miércoles, 23 de octubre de 2013

Wild West - Una aventura inolvidable (día 6)

Dia 6: Bryce Canyon - Las Vegas (250 millas, por desgracia algunas menos)

Nos despertamos el sexto día de nuestra aventura con una muy mala noticia. Os imagináis... llovía a mares. Como casi no habíamos tenido agua el día anterior. Y lo peor era que nos iba a impedir visitar el Bryce Canyon. Pero bueno, contra esto no se puede hacer nada. Nos dirigimos a la tienda del hotel (imaginar un supermercado con absolutamente de todo) y compramos cinta americana para sellar algún calzado no del todo impermeable y el amable tendero nos invitó a pasar detrás del mostrador a enseñarnos en el odenador la imagen del satélite y contarnos que la tormenta estaba sobre nosotros, que no era para nada normal para la época del año, pero que iba a estar ahí casi todo el día. Incluso en Las Vegas parecía que daba lluvias por la mañana.
Así que no quedó otra que prepararnos para mojarnos, con las botas forradas con cinta americana.

No quedaba otra que subirse a las motos y empezar el día. Con un poco de suerte dejaríamos pronto la lluvia atrás. Realmente fue un poco más tarde que pronto pero cuando llegamos al otro punto importante del día apenas si caían unas gotas extraviadas. Habíamos llegado al Zion National Park. Lo que más que gustó de este parque es que la carretera es roja, para no desentonar con el entorno.
En este parque te pasas la mayor parte del tiempo mirando hacia el cielo, contemplando las montañas que nos rodean. Cruzaríamos tres túneles, el primero es un tunel excavado directamente en la roca sin ningún tipo de complemento (hormigón o similar).




A la salida del segundo túnel llegas a una parte del parque si cabe más increible todavía, con vistas a las montañas más altas del parque y curvas de 180 grados para salvar el desnivel.



El agujero que sale en la última foto es un hueco del túnel por el que acabábamos de pasar. Haríamos una parada para fotos en una de las imágenes más fotografiadas del parque (si le pones una Harley delante queda más bonita). Aquí podíamos ver también a uno de nuestros expertos fotógrafos en plena acción.

Dejaríamos atrás el parque Zion con grandes y amenazantes nubes de nuevo en el cielo.

El camino sería un poco más aburrido hasta la parada para comer. Salíamos de las zonas protegidas del parque a las zonas habitadas, aunque siempre hay algo nuevo y sorprendente que ver en yanquilandia.
La comida también fue muy divertida, aunque por poco nos chamuscan las cejas.
Las casi cien millas que nos quedaban para llegar a Las Vegas serían por autopista y nos imaginabamos muy aburridas, sin embargo la primera parte en que se baja de las montañas a la planicie desértica plana donde se encuentra "Sin City" son un espectáculo.

El resto una recta interminable, plana y muy aburrida en la que pusimos la directa y en la que cada vez había más coches y más carriles hasta entrar por fin en Vegas.
Aprovecharíamos la noche para dar un paseo por el centro de las Vegas y disfrutar del espectáculo del Bellagio con sus fuentes, dar una vuelta por París y una cena muy especial en el Harley-Davidson Café de las Vegas. Nos despedíamos de una buena parte del grupo puesto que nuestros amigos brasileños terminaban su ruta allí, aunque se nos uniría otro grupo en dos días, también de brasileños. Pero eso... ya es parte de otra entrada.

Continuará...

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